domingo, 22 de febrero de 2015

Mi hijo aprende los colores, formas y tamaños y se ubica en el tiempo y el espacio

Mi hijo aprende los colores, formas y tamaños y se ubica en el tiempo y el espacio

El desarrollo de los aprendizajes básicos

Las posibilidades de que un niño adquiera conocimientos en el marco escolar varían según la experiencia que éste haya acumulado con anterioridad.
Entre los 2 y 3 años, el niño empieza a distinguir algunas formas y propiedades de los objetos, es capaz de realizar los primeros ideogramas (monigotes de la figura humana), distingue entre grande y pequeño, y entre uno o varios. Más adelante, adquiere algunas nociones espaciales y es capaz de observar la orientación y la posición de los objetos. Aunque ya a los 3 años suele saber repetir una secuencia numérica de memoria, la comprensión de la diferencia entre distintas cantidades no llega hasta más adelante. Entre los 4 y los 5 años, el niño aprende a reproducir letras. En esta etapa, el aprendizaje es lento, se va desarrollando el gusto por la copia y, poco a poco, se memorizan las formas de las letras. El desarrollo físico y psíquico del niño se produce a la par que la adquisición de nuevos conceptos y habilidades. Paulatinamente, el niño se ubica en el espacio, identifica su propio ser y su esquema corporal y adquiere las habilidades que le permitirán adquirir nuevos aprendizajes.

Formas, tamaños y colores

Los niños sienten atracción por el color desde muy pequeños. Antes de los 2 años, son capaces de distinguir colores y, cuando su lenguaje se lo permite, pueden expresar verbalmente esta diferenciación. En la etapa preescolar, consolidan el conocimiento de los colores básicos y más adelante pueden establecer matizaciones. Asimismo, la comprensión del tamaño relativo es esencial para el desarrollo del pensamiento matemático y lógico. Primero distinguen entre pequeño y grande y luego pueden atribuir cualidades como alto, bajo, delgado o gordo. Por último, reconocen las formas: aprenden primero las nociones de redondo, abierto y cerrado, y a continuación las de cuadrado, triángulo y línea.

Entre los 2 y 3 años, el niño puede clasificar objetos por colores o formas iguales, aunque verbalmente no sepa expresar las cualidades de los objetos qua clasifica.

La noción temporal y espacial

La adquisición de la noción temporal es tardía. El niño empieza a adquirir cierta noción del tiempo cuando sus vivencias le permiten ordenar las acciones en relación con los conceptos de ahora, antes y después.
La orientación temporal está estrechamente relacionada con la lectura, ya que ésta transcurre en un espacio de tiempo y a un determinado ritmo y velocidad. La noción de espacio la va adquiriendo el niño a medida que toma conciencia de su situación en el mismo, puede moverse y situar objetos a su derecha o izquierda, dentro o fuera; delante o detrás y encima o debajo. Asimismo, la orientación espacial está directamente relacionada con la escritura, ya que ésta se desarrolla en el espacio del plano gráfico.

A los 3 años, el niño reconoce los conceptos de noche y día, pero no es hasta los 7 que domina correctamente la noción de presente, pasado y futuro, y puede empezar a aprender a leer las horas en un reloj.