jueves, 2 de abril de 2015

Las 4 etapas en el desarrollo de la inteligencia del niño

Las 4 etapas en el desarrollo de la inteligencia del niño

Una de las corrientes que más y mejor ha estudiado el desarrollo de la inteligencia en el niño, y que ha establecido conclusiones más interesantes es la llamada psicología genética o evolutiva. Su máximo representante, Jean Piaget, fue uno de los grandes pedagogos del siglo XX y contaba con una sólida formación tanto en biología como en psicología. En una combinación entre las teorías de nativistas o genetistas (que dan una importancia primordial a la herencia y a los factores innatos en la evolución de la inteligencia) y las de los asociacionistas (que valoran, en cambio, en este sentido, el peso de la educación y de los factores adquiridos), Jean Piaget propugnó la importancia de atender a ambos factores para determinar el proceso evolutivo de la inteligencia en el niño hasta la adolescencia. De este modo, y según esta corriente psicológica, es fundamental tener en cuenta el estadio en que se encuentra el niño a la hora de transmitirle conocimientos.
Para facilitar la comprensión del proceso evolutivo de la construcción y del desarrollo de la inteligencia en el niño hasta cruzada la adolescencia, Piaget lo divide en cuatro períodos, en cada uno de los cuales el niño presenta diferentes capacidades intelectivas. Estos períodos o unidades se suceden el uno al otro sin que exista ninguna interrupción, formando un todo integrado. Esto significa que la situación del niño al final de cada uno de los estadios le permite integrarse en el siguiente sin ningún problema. Por otro lado, el desarrollo biológico y neurológico está absolutamente unido al desarrollo psíquico, por lo que cada período constructivo, su estructura y su resultado final son el fruto de la interrelación constante de todos estos factores.
Los cuatro períodos considerados por Piaget en el desarrollo de la inteligencia del niño son los siguientes:
  • Período sensoriomotor: del nacimiento hasta los 2 años.
  • Período intuitivo: de los 2 hasta los 7 años.
  • Período operatorio-concreto: de los 7 a los 11 años.
  • Período operatorio formal: de los 11 a los 15 años.
Sin embargo, no deben considerarse como períodos cerrados, pues es precisamente la relación entre ellos la que da forma al equilibrio evolutivo del niño: sólo son válidos en tanto forman una estructura integrada, y el final de cada estadio prepara el inicio del siguiente, en un proceso continuo.
Así pues, las edades señaladas, tanto en los períodos como en sus estadios sucesivos, son meramente orientativas. Están integradas en el desarrollo neurobiológico del niño y en el medio que le rodea, en su maduración psicofísica, y pueden variar según las características biológicas y psicológicas de cada niño. No son, por tanto, edades cerradas, sino períodos abiertos que mantienen un orden estructural evolutivo en el desarrollo intelectivo del niño.

Después de Piaget


Son numerosas las teorías surgidas tras los estudios de Piaget, y que se basan en ellos. Algunas sugieren la existencia de un quinto período, propio de la edad adulta. Otras incluyen numerosas modificaciones en la periodización de Piaget, proponiendo nuevos estadios y diferentes divisiones por edades. Unas terceras acentúan el papel desempeñado por la memoria en el desarrollo intelectivo. Y, por último, algunas afirman que gran parte de lo que ha sido atribuido al razonamiento y a la capacidad de resolver problemas en el desarrollo intelectual responde, en realidad, al aumento de conocimientos de que gozan los niños actualmente.