miércoles, 15 de abril de 2015

Muchas actividades distraen la atención de los niños

Recientes estudios demuestran que el uso de nuevas tecnologías incide en el aprendizaje.

Para la memoria, estudios sugieren que los niños realicen una labor a la vez y la desarrollen de manera secuencial pues hacer varias cosas al mismo tiempo puede resultar perjudicial.
Para la memoria, estudios sugieren que los niños realicen una labor a la vez y la desarrollen de manera secuencial pues hacer varias cosas al mismo tiempo puede resultar perjudicial.

En este nuevo siglo, los padres están estimulando a los niños desde muy temprana edad. Esto es benéfico pues sabemos que la estimulación que reciba el niño en los dos primeros años de vida va a repercutir en su desarrollo posterior. Sin embargo, con el uso excesivo de las nuevas tecnologías, se nos puede ir la mano en la cantidad de estimulación que recibe el cerebro de los niños.
Según estudios recientes, se sabe que nuestros niños están siendo hiperestimulados con el constante bombardeo tecnológico, y en consecuencia crecen fatigados, cansados y con dificultades de atención.

La neurociencia nos revela que cada individuo tiene una capacidad de concentración limitada y esta se gasta rápido cuando la demanda es excesivamente exigente.
De hecho, los científicos están preocupados porque ven que el mundo se ha vuelto un sitio ruidoso y lleno de estimulación visual.
Existe un estudio reciente con dos grupos de niños en salones de clase totalmente diferentes. El primer grupo se ubicó en un salón lleno de dibujos, colores, palabras y trabajos de los mismos niños en las paredes. El otro salón estaba desprovisto de todo esto y solo tenía paredes blancas y vacías. El aprendizaje en los niños que estuvieron en el salón lleno de estimulación visual fue significativamente menor que el de aquellos niños que estuvieron expuestos al salón sin decoración.
Igualmente, hay estudios científicos y rigurosos que muestran que el multitasking (hacer varias tareas al tiempo) es malo, ya que la persona solo hace una de las dos actividades bien y a profundidad. Hacer tareas al tiempo es positivo solo cuando una de ellas es automática, como lo es manejar un carro y hablar al tiempo. Hoy es normal que las personas chateen con alguien, hablen con otros y tengan otro aparato escuchando música en el oído. Estas personas (principalmente adolescentes), están hiperestimuladas y en realidad no hacen bien las cosas ni recuerdan de manera adecuada todas las actividades simultáneas. Los estudios demuestran, claramente, que es mejor para memorizar hacer una cosa a la vez y seguir con la otra de manera secuencial y no simultánea.
Por otro lado, la capacidad de reflexión también se ve impactada de manera negativa por el exceso de estimulación tecnológica, concluyen los estudios.
Otro experimento famoso nos muestra la implicación que tiene el exceso de estimulación en la memoria. En este caso, se constituyeron cuatro grupos de personas y se les dio un poema para memorizar. Un grupo debía hacerlo mientras caminaba en un bosque; el otro, al caminar por las calles de una ciudad; el siguiente debía hacerlo parado dentro de un salón de clase y el último grupo memorizaría sentado en un pupitre. El resultado de este estudio fue que las personas que caminaban entre la naturaleza fueron las que recordaron mejor el poema y los segundos, los que lo hicieron parados en un salón. A los de la ciudad ruidosa les fue mal, al igual que a los que estaban sentados.
Esto indica, una vez más, que al cerebro le sirve la tranquilidad y la sencillez para aprender y memorizar de manera óptima.
Menos pantallas
La neurociencia está preocupada por el abuso de las pantallas, los sonidos constantes y altos, que afectan negativamente el aprendizaje y la memorización de información esencial. Es claro que hay que regresar a algo más básico para que de nuevo podamos experimentar y grabar información necesaria en nuestra formación como personas.
El cerebro sí necesita nutrición a diario y debe ser estimulado, pero todo dentro de parámetros sanos. Shutterstock.
Con sus hijos en particular, para evitar la excesiva estimulación, tenga en cuenta que debe restringir el uso de la tecnología, incluyendo los dispositivos móviles inteligentes. Es esencial ser firme en esta labor para que sus cerebros logren organizarse y aprender.
Nuestros niños necesitan también espacios para descansar de tantos estímulos simultáneos. Deben abrirse, entonces, espacios para que puedan jugar al aire libre, dejar volar la imaginación, y así poder relajar la mente. Es, de esta manera, como el cerebro es capaz de aprender más y mejor. Con tantos distractores constantes en el colegio y en la casa, es necesario hallar un contrapeso de tranquilidad, sin pantallas, videojuegos ni música estridente.
Descanso, alimento para el cerebro
Las pantallas se deben apagar temprano para asegurar un buen sueño. Este es crucial para consolidar la información de lo aprendido durante el día. Para un aprendizaje óptimo, los niños deben dormir, por lo menos, nueve horas diarias.
El cerebro sí necesita nutrición a diario y debe ser estimulado, pero todo dentro de parámetros sanos. Aquí aplica el refrán popular: ‘todo en exceso es malo’. Resulta importante que los papás tomen conciencia de ello.