viernes, 10 de julio de 2015

Con los niños el sexo deber ser un tema al desnudo

Desde pequeños los niños reciben información errónea de la sexualidad porque sienten temor a ser juzgados por sus padres. El diálogo abierto es vital para que los adolescentes cuando enfrenten sus primeras relaciones sepan cómo comportarse.

María José tiene cuatro años y siempre ha demostrado ser arrolladora. Su mamá se angustia porque cuando se bañan juntas la niña le señala los senos y le pregunta por qué ella no los tiene tan grandes.
"Uno no sabe qué hacer, me sonrojo porque siento que a su edad eso no lo debería saber. A lo largo del camino podrá aprender, aunque la educación sexual también parte de casa", comenta Adriana en tono de preocupación al referirse que le cuesta llamar por el nombre al pene y a la vagina. Prefiere apodarlos para evitar dar más información.
La sexualidad es parte de la vida de todas las personas, sin importar la edad. A medida que los hijos crecen y se desarrollan, es probable que comiencen a reírse sobre las partes privadas de su cuerpo, que se cuenten chistes "verdes" entre sus amigos o hermanos y adopten palabras diferentes para no hablar de la manera en que deben referirse a los órganos genitales.
Aunque esta curiosidad es natural y no debe causar miedo o pena en los padres, es importante que en cada etapa se explique los cambios que físicamente aparecerán de manera natural. Así evitará que lo cojan fuera de base. Cuando sus hijos estén listos para hacer preguntas, usted como padre debe estar listo para responder.
El terapeuta familiar y sexual, Santiago Cano y miembro de la Red Papás, ofrece una ruta sobre las pautas básicas para que entreguen información veraz y necesaria en cada etapa que los hijos enfrentan.
"La sexualidad no se puede ver desde la prevención del embarazo o de las enfermedades de transmisión sexual, esa es una mirada muy reduccionista. Tenemos que basarnos en cómo lograr una sexualidad inteligente que parte desde el carácter propio y la crianza en el amor".
¿Por dónde empezar?
Todos los días se presentan situaciones propicias para enseñar a sus hijos temas relativos al sexo. Por ejemplo, a la hora del baño, puede hablar sobre las partes del cuerpo y qué significa "privado". Un embarazo o un nacimiento en la familia son un buen momento para comentar cómo se concibe y nace un bebé.
"Primero, averigue lo que sus hijos ya saben. Deje que sean ellos quienes guíen la conversación y hagan las preguntas. Es posible que algunos niños no pidan información si perciben que usted se siente incómodo de tratar el tema", indica el experto, quien agrega que la clave está en hablar abiertamente.
Añade que el acompañamiento a tiempo y natural debe ser la máxima en la educación en sexualidad, toda vez que se haga con claridad, sin rodeos y exageraciones. "No hay que esperar a que otra persona le indique a sus hijos lo que usted le puede ofrecer de manera acertada. Los medios de comunicación, la internet y los amigos son fuentes poco recomendadas para formar personas sexualmente conscientes", concluye.
Preguntas según edades
Los cuestionamientos y las respuestas apropiadas dependerán de la edad del niño y su capacidad de comprensión.
*18 meses a 3 años: En esta etapa es común que aprendan acerca de su propio cuerpo. Es importante enseñarles los nombres apropiados de cada parte de su anatomía. Inventar un nombre para ciertas zonas podría dar la idea de que el nombre propio tiene algo de malo o vulgar. Además, enséñele a sus hijos qué partes son privadas para que las cuiden y las respeten.
* 4 a 5 años: En este grupo pueden comenzar a mostrar interés hacia la sexualidad básica, tanto la propia como la del sexo opuesto. También es posible que se toquen los genitales, e incluso que muestren interés hacia los genitales de otros niños. Estas son señales de un interés normal. Sin embargo, es importante que ellos aprendan qué es correcto y qué no. La familia debe establecer límites a la exploración.
-El interés en los órganos genitales es saludable y natural.
-El desnudarse y hacer juegos sexuales en público no es correcto.
-Ninguna otra persona, ni siquiera los amigos cercanos y los parientes, pueden tocar las partes privadas del menor. La excepción son los profesionales de la salud en exámenes médicos con consentimiento de los padres o cuando ellos mismo refieran un dolor en dicha zona.
*5 a 7 años de edad: En esta etapa aprenden más acerca de las relaciones interpersonales y pueden interesarse en lo que pasa sexualmente entre los adultos. Sus preguntas se harán más complejas a medida que tratan de entender la conexión entre la sexualidad y la gestación. Es posible que lleguen a sus propias conclusiones sobre el funcionamiento del cuerpo o el origen de los bebés. También pueden recurrir a los amigos para encontrar respuestas.
"Los padres deben ayudar a sus hijos a entender la sexualidad de un modo saludable. Las lecciones y los valores que aprendan a esta edad permanecerán con ellos como adultos y fomentarán relaciones significativas cuando sean mayores", apunta el terapeuta de familia y sexual Santiago Cano.
*8 a 9 años de edad: Esta generación probablemente ya tengan una noción de lo que es correcto e incorrecto. Son capaces de entender que el sexo es algo que puede ocurrir entre dos personas que se aman. Pueden mostrar interés hacia el modo en que papá y mamá se enamoraron. A medida que surgen preguntas sobre romance, amor y matrimonio, también podrían sentir curiosidad hacia las relaciones homosexuales. "A esta edad, los niños pasarán por muchos cambios que los preparan para la pubertad. Ser sexualmente responsables es una de las lecciones más importantes que usted podrá enseñarles", manifiesta Cano.
Espacios
Bejamín Alarcón, psicólogo infantil, asevera que hablar de sexualidad en casa no es sinónimo de incitar a los hijos a que tengan sexo, al contrario, estos espacios servirán para formar un carácter sólido basado en los valores, el respeto y el autocontrol.
"La casa debe ser el refugio que da apoyo a los niños para expresar lo que sienten sin miedo a ser rechazados o criticados".
El psicólogo agrega que hay que poner límites para que los hijos no tengan relaciones sexuales sin estar preparados, ya que si se les inculcan valores y una educación sexual sana y realista desde pequeños, no hace falta imponer nada cuando sean más grandes.

Actúe con naturalidad
1. No se burle aunque la pregunta sea cómica. Si usted se ríe, el niño podría sentirse avergonzado.
2. Procure no parecer apenado o asumir una actitud demasiado seria con el tema.
3. Sea breve. Conteste con términos sencillos. Su hijo de cuatro años de edad no necesita saber los detalles del coito sexual.
4. Sea honesto. Use el nombre de cada parte del cuerpo.
5. Note si el niño quiere o necesita saber más. Después de responder, pregunte: "¿resolví tu pregunta?"
6. Perciba las respuestas y reacciones del niño.