miércoles, 22 de julio de 2015

Ventajas y desventajas de ser el primero o el último hermano en la familia

Ventajas y desventajas de ser el primero o el último hermano en la familia

Dentro del núcleo familiar, la posición ordinal que en ella se ocupa da una actuación propia a cada hijo. Esto implica ventajas y desventajas para cada uno de ellos. En el caso del primogénito, el trato que se le ofrece al nacer es diferente al resto de los hijos. Cuando nace no tiene en casa ningún “rival” con el que tenga que competir para conseguir el afecto y las atenciones de sus padres. Son niños que se someten con mayor facilidad a la disciplina que rige en el hogar, con la finalidad de conseguir el beneplácito familiar. Sin embargo, los hijos que no son primogénitos evolucionan con evidentes diferencias. Son más decididos y más contestatarios con sus hermanos y sus padres, al sentirse abrumados por la prepotencia y autoritarismo que muchas veces quiere implantar su hermano mayor. En el seno de la familia, los padres, inconscientemente, valoran muy positivamente y exteriorizan la satisfacción que los hijos mayores les reportan, estableciendo diferencias y comparaciones entre sus hijos.
A continuación os apuntamos las ventajas y desventajas que tiene ser el primogénito o el hermano pequeño de la familia y os dejamos unos consejos prácticos para sobrellevar esta relación.
Ventajas
-          En el caso del primogénito, todas las atenciones y afecto de los padres van dirigidos hacia él. Aprende con rapidez a convivir con los adultos y evoluciona rápidamente. Madura antes que el resto de sus hermanos y suele ser responsable y cuidadoso.
-          Los hijos que nacen en segunda posición, sufren menos presión que el primogénito. Se les concede mayor libertad en sus actuaciones, no suelen ser tan sumisos, se adaptan con facilidad y son aceptados sin problemas en sus relaciones con otros niños.
Desventajas
-          El primogénito cuenta con la inexperiencia de los padres, que tienden a sobre protegerlo. Puede convertirse en un niño dependiente del adulto, muy egocéntrico y con dificultades para relacionarse con otros niños. Se exige mucho de ellos y, normalmente, los padres se anticipan a las circunstancias y los convierten en adultos antes de tiempo.
-          Los pequeños, aunque gozan de mayor libertad, muchas veces se sienten acomplejados respecto a sus hermanos mayores, a los que consideran con más posibilidades.
Consejos prácticos
-          No deben establecerse comparaciones entre los hijos. Cada uno tiene su propia personalidad y los padres deben ofrecerle a cada uno el trato que necesite.
-          Las destrezas de unos y las habilidades de otros deben estimularse valorándolas por lo que son, sin intentar exigirlas para ambos.
-          La atención debe repartiese por igual. Esto no significa que deba medirse el tiempo que se les dedique, sino que se les dé a cada uno la atención que necesita, dentro de su justa medida.
-          No deben imponerse al hijo mayor unas responsabilidades respecto al hermano menor que se extralimiten en edad y capacidad.

La relación entre hermanos varía según las edades. También existen diferentes tipos de actitudes dependiendo de quién es mayor o menor que el otro. El niño de 6 años adopta una actitud protectora, pero también provocadora, respecto a los hermanos menores y un enfrentamiento constante con los mayores. A los 7 años mantiene una relación tranquila con sus hermanos, se muestra orgulloso de ellos y, en ocasiones, quiere mostrarse superior. A los 8 años su actitud es variable. Puede mostrarse muy cariñoso o desconsiderado y grosero. A los 9 años vuelve a relacionarse con ellos sin problemas y tiende a imitar a los mayores. A los 10 años, las peleas son continuas, sobre todo con los menores. Se muestra rígido y autoritario con ellos, y con los mayores las discusiones son muy violentas. A los 11 años se porta mal con sus hermanos menores, pero no con los mayores, con los cuales comparte actividades deportivas. A los 12 años aparece una leve mejoría en la relación con los menores y así sigue evolucionando, hasta encontrar el equilibrio.