lunes, 31 de agosto de 2015

Aprender cantando

Aprender cantando

No importa si tenemos o no afinación. Las canciones, además de divertir a toda la familia, son instrumentos de mucha utilidad para que los más pequeños incorporen hábitos y conocimientos nuevos de una forma placentera.
Todos recordamos las canciones de nuestra infancia con mucha nostalgia y alegría. A través de ellas incorporamos nuevas palabras, sonidos, armonías y ritmos casi sin darnos cuenta. Además, nos remontan a momentos inolvidables con aquel familiar que nos las enseñó. Pero la canción no sólo graba en nuestro interior pasajes hermosos de nuestro pasado, sino que, además, es uno de los recursos lúdicos y educativos que tenemos más a mano para educar a nuestros hijos.
La música en general y la canción en particular pueden utilizarse para distintos objetivos, pero, sean cuales fueren estos, harán que el sendero por el cual los alcancemos sea más fácil y alegre. En primer lugar, las canciones desarrollan el oído musical del niño, lo que lo introduce al mundo musical y le ayuda a distinguir los sonidos que le rodean en la vida cotidiana. Además, favorece la expresión artística y la capacidad de imaginar. Esto, a su vez, le ofrece un mecanismo especial para exteriorizar sus emociones y sentimientos.
Por su parte, a nivel motriz, cantar ayudará a nuestro pequeño a sincronizar y organizar el movimiento, ya que en el acto de bailar, golpear las palmas o caminar al compás de la música convergen ritmo y desplazamiento. Si además se acompaña con algún instrumento, por más sencillo que sea, como un tambor, una maraca o un par de varillas de madera, estimulará su sentido del tacto, ya que los instrumentos se tocan de diversas maneras y producen sensaciones distintas.
Otra de las razones por las que el espacio que dediquemos a la música con nuestros hijos será un tiempo de calidad es lo que esta puede aportarnos a nivel de las capacidades más complejas, como la memoria o el lenguaje. A través de las canciones podemos reforzar el lenguaje de nuestros hijos, no sólo desde la ampliación del vocabulario, sino por la necesidad de pronunciar correctamente los fonemas para reproducir la melodía. La canción es una herramienta útil para desarrollar la memoria, ya que algunas estructuras lingüísticas se asimilan con mayor facilidad con ayuda de la música.

A nivel social y cultural, cantar es una forma de facilitar los vínculos debido a que, desde la primera infancia, los niños aprenden a reproducir melodías junto a sus amigos. A su vez, si les enseñamos canciones populares, les estamos ofreciendo una valiosa fuente de cultura que jamás olvidarán. Por todo esto, es importante animarlos a cantar, porque, sin duda, será una de las formas más enriquecedoras de disfrutar el tiempo de ocio en familia.