miércoles, 5 de agosto de 2015

Cinco errores de TIC que cometen los padres

Los niños son 'duros' en el uso de tecnología, pero flojos ante sus riesgos.

Darle un celular a un niño pequeño es uno de ellos.

Darle un celular a un niño pequeño es uno de ellos.

Ser el responsable de la formación de un menor de edad en esta época es algo muy distinto y complejo a como era en “tiempos pasados”. Y la tecnología es una de las grandes causantes de ello. Lastimosamente, muchos padres cometen algunos errores que hacen más compleja la fórmula.
1. La tecnología no es un juguete. Un celular, una tableta o un computador no son para jugar (únicamente) o para que su hijo tenga mejor estatus en el colegio. No le está comprando un par de patines o una muñeca. Les está entregando un dispositivo que es la puerta de entrada a un mar de información, cosas nuevas y riesgos, para los cuales el menor necesita del acompañamiento e información previa de sus padres.

2. No hay que comprar todo lo que piden. Los videojuegos, por ejemplo, tienen restricciones de edad y no hay que comprárselos sin antes saber si es adecuado; un móvil avanzado y costoso será subutilizado, una consola de juegos es suficiente. Como en su empresa, la compra de tecnología necesita de justificación y análisis de costo/beneficio.
3. ‘Duros’ tecnológicos, pero flojos ante riesgos.Sí, los niños son muy buenos usando la tecnología, pero son los peores haciéndolo de manera responsable y con sentido común cuando no han sido formados correctamente. Compartirán la dirección de la casa, enviarán fotos íntimas y compartirán las contraseñas con otros, si no los acompaña en su uso. Es un error creer que esa 'destreza' también los va a proteger. 
4. Sin reglas, problema seguro. No acordar (u obligar) a reglas de uso de la tecnología es de los peores errores. Horas de navegación precisas, permisos para descargar aplicaciones e instalación de programas para monitorear sus actividades son algunas de las reglas que deben existir.
5. Todo a su edad. Antes de los 12 años no deberían usar redes sociales; ni tener móvil con plan de datos. He visto a niños con esas herramientas a los 6 y 7 años. ¿En qué estaban pensando sus padres?
El diálogo directo y franco sobre los riesgos que hay en línea se debe practicar en cualquier edad. Estamos en una época de mucha información, sin control, en donde debemos esforzarnos como padres para advertir a los más frágiles y vulnerables.