martes, 4 de agosto de 2015

Cómo varían las necesidades nutritivas con la edad?

¿Cómo varían las necesidades nutritivas con la edad?

Aunque los principios de una correcta alimentación son los mismos en todas las épocas de la vida, los requerimientos nutritivos y la adecuada forma de satisfacerlo varían considerablemente a cada edad. El sistema digestivo del bebé no está preparado para asimilar todos los nutrientes; el único alimento adecuado para él es la leche materna o la adaptada. Pero pronto hay que complementar las tomas con las primeas papillas y los primeros zumos.

Cuando la leche ya no basta
Durante el primer año de vida, el bebé necesita una elevada dosis de nutrientes porqué su peso se triplica; más adelante, poco a poco, debe acostumbrarse a los alimentos sólidos, aprender a masticar y empezar a comer solo. Todo ello en una época en la que los requisitos nutricionales son cualitativamente excepcionales –cualquier déficit puede perjudicar al desarrollo– y cuantitativamente destacados, ya que nunca más necesitará tanta cantidad de comida en relación con su peso corporal.

La época del crecimiento
Aunque a partir del segundo año de vida el crecimiento es menor, el aumento de peso y de talla continúa. El pequeño sigue teniendo unas especiales necesidades nutritivas: le hacen falta proteínas para su masa muscular en continuo desarrollo, calcio para los huesos que se alargan, hidratos de carbono para obtener la energía que gasta tanto en su crecimiento como en sus correteos, todo tipo de vitaminas y minerales… Las líneas maestras de su alimentación no difieren mucho de las del adulto, pero hay que controlar el aporte nutritivo; la alimentación ha de ser completa, diversificada y equilibrada.

El paso de niño a adulto
Llega un momento, el de la pubertad, en que el cuerpo del niño experimenta una asombrosa transformación: crecimiento notable, aparición de los típicos rasgos adultos y desarrollo de los caracteres sexuales secundarios. El gasto energético y los requerimientos nutritivos que necesita este cambio son muy elevados. No debe olvidarse que la constitución del cuerpo del adulto, aunque regida por factores hormonales, depende en gran medida de una correcta alimentación durante la pubertad. Sin embargo, el adolescente no suele preocuparse demasiado por lo que come y, con frecuencia, se deja guiar por modas que en poco o nada le benefician: tal vez sea ésta la última oportunidad para que los padres intervengamos en estas cuestiones y reforcemos los buenos hábitos dietéticos.

Recuerda…

  • Durante los primeros meses de vida, la leche materna o la adaptada satisfacen todos los requerimientos nutritivos del bebé.
  • A partir de los seis meses, el bebé necesita otros alimentos además de la leche. Con las papillas aprenderá a descubrir nuevos productos, sabores y texturas.
  • El niño alcanza una madurez alimentaria casi total al final del primer año de vida, por lo que al llegar a esta edad conviene que su dieta incluya todo tipo de productos; la única excepción la constituyen las legumbres, que sólo las podrá digerir correctamente al final del segundo año.