martes, 25 de agosto de 2015

Trastornos alimenticios: Anorexia y bulimia

Trastornos alimenticios: Anorexia y bulimia

En ocasiones la absorción alimentaria sirve para indicar o disimular una serie de problemas psicológicos internos. En algunos casos las perturbaciones de este tipo no se inician en la adolescencia, sino que existen desde hace tiempo y la adolescencia las agudiza. Los trastornos alimentarios más frecuentes y conocidos que afectan a la población adolescente son la anorexia mental y la bulimia.
La anorexia mental afecta especialmente a las chicas y en algunos casos puede llegar a ser realmente grave. No responde solamente a una presión social, sino que existe un componente psicológico e individual importante. A la hora de fijar sus causas, unas indican la existencia de un desarreglo neuroendocrino localizado en los centros del hambre y la saciedad, mientras que otras hacen hincapié en los aspectos psicológicos. Las conclusiones más generalizadas sobre la vertiente psicológica de la anorexia determinan que hay, por una parte, una dificultad importante para aceptar las transformaciones físicas de la pubertad y, por otra, surge un conflicto con el cuerpo, que es maltratado y rechazado. La adolescente anoréxica posee una relación perturbada con la imagen de su cuerpo: hay una división insalvable entre el cuerpo idealizado y el cuerpo real.
Por otro lado, la bulimia se manifiesta por el impulso repentino e irresistible de comer. El individuo se siente obligado a obedecer a una fuerza interna, a la que es inútil oponerse. Los ataques de bulimia pueden durar algunos minutos o prolongarse durante varias horas. No siempre se acompañan de sensación de hambre, sino que predomina un sentimiento difuso de vacío, de verdadera angustia o de cierta depresión. El adolescente se siente solo y se lanza a ingerir cantidades importantes de comida. Suele elegir alimentos ricos en grasas o azúcares, que se comen —o, mejor dicho, se tragan— sin ninguna preparación.
Si la anorexia ocasiona el placer del dominio sobre el propio cuerpo al perseguir una imagen idealizada, la bulimia no conlleva ningún placer. Aparece rápidamente una sensación de malestar profundo, de desvalorización de uno mismo, de sentimiento de culpa por la falta de autocontrol. Después del episodio bulímico es habitual la provocación de vómitos y la humillación. La bulimia afecta con más frecuencia al sexo femenino, principalmente a adolescentes que sufren y que tratan de calmar su insatisfacción comiendo Para superar este trastorno y la angustia que comporta es necesario seguir un tratamiento terapéutico.

En el terreno psicopatológico, las crisis de bulimia reflejan la necesidad de llenar un vacío interno, de compensar una falta o un desequilibrio interior a través de la comida.