viernes, 18 de septiembre de 2015

Tests de inteligencia para todas las edades

Tests de inteligencia para todas las edades

Existen dos grandes corrientes que contemplan de manera muy diferente este tipo de test. La primera considera la inteligencia como el conjunto de las capacidades intelectuales de una persona. Aquí se inscribirían los tests de inteligencia general, llamados así para diferenciarlos de los de aptitudes intelectivas que miden sólo alguna habilidad o capacidad específica, y los más utilizados son las escalas de Wechsler. La segunda corriente es la factorial, pues distingue el denominado factor «g» (una inteligencia concreta del individuo) que puede separarse de otras capacidades fruto del aprendizaje cultural y de las relaciones del individuo con el medio.
Escala de inteligencia Wechsler
Éste es el test más utilizado para medir la inteligencia general, dentro de la teoría no factorial de la inteligencia. Está compuesto por tres tests individuales diferenciados: el WPPSI, para niños de preescolar y enseñanza primaria, entre 4 y 6 años y medio; el WISC, para niños de 5 a 15 años; y el WAIS, para adultos. En Europa se han llevado a cabo adaptaciones de todos ellos, porque los elementos que consideran estas escalas varían con las diferencias socioculturales de cada país. Y también deben adaptarse con el paso del tiempo, pues los parámetros cambian, asimismo, con los años. Ésta es una condición extensible a todos los tests de inteligencia, exceptuando los de factor «g», que se consideran libres de cultura. De otro modo, los resultados podrían aparecer falseados
¿Qué tipo de ejercicios contienen estos tests?
Los tests de Wechsler están concebidos para que el niño los realice como si se tratase de un juego.
La escala WISC tiene doce pruebas, seis verbales y seis manipulativas. En estas últimas, por ejemplo, hay una serie de historietas que el niño debe ordenar en una sucesión lógica de acontecimientos. El test evalúa la inteligencia general, pero la razón de su extendida utilización es, sobre todo, la gran cantidad de información que da al psicólogo en las áreas evaluadas y la posibilidad de relacionar los resultados de cada una entre sí.
Los laberintos son una de las pruebas del WISC. Al niño se le pide que, con la punta del lápiz, se sitúe en el centro y que encuentre la salida sin levantar el lápiz del papel. Otra prueba son las figuras incompletas en las que el niño debe adivinar qué elemento falta en cada una de ellas
¿Es este test una herramienta fiable?
La escala de Wechsler, a pesar de ser un test de tipo cuantitativo, permite un amplio registro de datos y es muy flexible en el manejo de éstos, además de constituir una fuente estimable de aspectos sobre la personalidad y las emociones del individuo. La observación del niño en las distintas pruebas permite al profesional valorar, por ejemplo, lentitud y rapidez, seguridad y vacilaciones, impulsividad, perfeccionismo y agresividad. Estos factores han hecho de las escalas de inteligencia de Wechsler, una herramienta fiable y muy utilizada por los psicólogos porque permite dibujar la dirección no sólo de un diagnóstico sino también de una futura terapia.
Tests de factor “G”
Los llamados tests de factor «g» estudian una inteligencia individual que sus defensores afirman que puede medirse al margen de otros factores como la expresión de capacidades orales, los niveles de educación formal, el clima cultural o las habilidades específicas. La justificación de la exclusión de estos elementos en la medición de la inteligencia general es que se consideran rasgos distorsionadores en el proceso de medición de las capacidades individuales. El número de tests de este tipo (casi todos colectivos) es muy elevado. Algunos ejemplos son:
juegos

  • Dominó D-48. Este test colectivo es uno de los mejores y más utilizados para medir el factor «g». Dura 25 minutos y está compuesto por una batería de cuatro problemas de ensayo y 44 específicos basados en la comprensión de relaciones y en la abstracción a partir de agrupaciones de fichas de dominó. Existen otros muchos tests que están inspirados en él, y que se utilizan para personas que ya conocen el del dominó o cuando se quieren contrastar los resultados de éste mediante pruebas similares.
  • Cattell. Los tests Cattell, elaborados entre 1920 y 1930, integran tres escalas de edad: de 4 a 8 años, de 8 a 14 años y adultos de bajo nivel cultural, y, por último, para mayores de 15 años. Las escalas, que poseen un número variable de subtests, son generalmente adaptaciones de distintas pruebas de otros tests (de Binet, Terman, etc.), y se considera que no resultan influidas por otras aptitudes o habilidades y conocimientos aprehendidos; es decir, no dependen de la situación sociocultural de la persona.
  • Escala de Alexander. Se trata de pruebas manipulativas, ceñidas a habilidades perceptivas y espaciales. El test utiliza diversos elementos (tarjetas, cubos, etc.) en una batería de tres pruebas, «passalong», «cubos de Kohs» y «construcción con cubos», y puede realizarse a partir de los 7 años en adelante sin límite de edad. La escala de Alexander está diseñada para medir lo que su autor consideró como un factor «f» (inteligencia teórico- práctica), que podría medirse sin distorsiones culturales. Gracias a su carácter totalmente manipulativo favorece el interés de los niños, y suele utilizarse en selección de personal para trabajos técnicos y mecánicos, o como test alternativo a otros orales y escritos, para analfabetos y sordomudos.
  • Naipes. Este test recuerda al clásico del dominó y, como él, utiliza los elementos de un juego popular, en este caso los naipes de la baraja española. Está compuesto por 135 pruebas, distribuidas en tres niveles para grupos de edades diferentes: de 10 a 12 años; de 13 a 16 años; y superior, a partir de 16 años. En las agrupaciones de cartas de la baraja española que aparecen en cada una de las pruebas deben descubrirse diferentes secuencias u ordenaciones lógicas. La apariencia y estructura de este test, que recuerda a un juego de mesa familiar, hace que resulte fácil motivar a las personas que lo pasan.