sábado, 31 de octubre de 2015

Por una mejor escritura


En el mundo de la información, donde las redes sociales y los correos electrónicos cobran relevancia cada día, escribir bien es una competencia vital.


El novelista estadounidense Henry Miller decía, a mediados del siglo pasado, que la mayor parte de la escritura no estaba en la máquina de escribir sino en la mente. Antes de plasmar algo en el papel se necesita aclarar las ideas, saber lo que se quiere decir y la manera en que se va a comunicar.


La tecnología del siglo XXI logró que no sea necesario reescribir una página entera por el error de una tecla. Pero, al mismo tiempo, exige mayor cuidado por la rápida y fácil comunicación. Varios políticos, empresarios y líderes han tenido que renunciar a sus cargos por escribir, en correos electrónicos o redes sociales, frases con errores, ideas descontextualizadas u opiniones confusas. Cuando salen a dar las explicaciones respectivas casi siempre argumentan errores de redacción. 

Estas situaciones requieren de un buen conocimiento y uso de la lengua. Redactar comunicaciones que, además de estar bien escritas, sean asertivas, positivas y respetuosas se ha convertido en todo un reto. Un mensaje en tono negativo, agresivo o autoritario puede afectar las relaciones de trabajo, las comunicaciones interinstitucionales y hasta los vínculos familiares.