jueves, 12 de noviembre de 2015

Las cuatro trampas de las redes de pornografía para atrapar niños

Policía y Fiscalía analizan sexting, sextorsión, grooming y morphing.

Lo realmente grave de la situación, fue que el video cayó en manos de un pedófilo que lo subió a un portal internacional de pornografía infantil, donde ahora lo ven millones de personas.

El caso es investigado por la Sijín de la Policía del Meta, en el marco de la operación nacional ‘Atlas’ contra la pornografía infantil. Además, está entre los casos registrados en la alianza internacional Virtual Global Task Force, de la que hacen parte cuerpos de policía, agencias de apoyo a la justicia y organizaciones privadas de 11 países afectados por el fenómeno.
Precisamente, para fortalecer la lucha contra el ‘porno’ infantil y mejorar, tanto las acciones de la policía judicial, como los mecanismos de prevención por parte de los padres, la organización definió cuatro modalidades delictivas: sexting, sextorsión, grooming y morphing.
El ‘sexting’ consiste en la difusión o publicación de contenidos eróticos o pornográficos producidos por el propio remitente por medio de redes sociales y teléfonos móviles.
La modalidad se convierte en un delito cuando cae en manos de criminales que exigen dinero para no divulgarlo en redes o internet, a lo cual se denomina ‘sextorsión’.
Si ese material es utilizado con fines comerciales incurre en el delito de pornografía con menores, que contempla pena de cárcel de 10 a 20 años y multa.
El ‘grooming’ se genera cuando el pedófilo adulto entabla lazos de amistad con un niño o adolescente en internet para obtener material erótico, simulando ser niño o un joven, esto para su satisfacción personal.
Sin embargo, cuando ese material es comercializado o distribuido como pornografía, se denomina ‘morphing’.