jueves, 21 de enero de 2016

Los universitarios no están preparados para el mercado laboral


Expertos internacionales aseguraron que a los estudiantes todavía les cuesta pasar de las aulas al terreno profesional.




Sin embargo, la gran mayoría, el 57%, alentaría a un joven a matricularse en una institución universitaria, aunque eso signifique renunciar a un trabajo en una empresa importante. Eso sí, un 80% de los encuestados preferiría contratar a un estudiante con notas discretas pero que ha desempeñado prácticas relevantes, que a otro con calificaciones brillantes y cero experiencia destacable. 

Estas son algunas de las afirmaciones que se extraen de la última encuesta realizada por la plataforma WISE, ‘Conectando la educación con el mundo real’, con una muestra de 1150 personas de todo el mundo, entre profesores, estudiantes, graduados, políticos responsables de la cartera educativa y miembros del sector privado especializados en reformas educativas.

En plena era digital, y mientras otras parcelas de la vida repuntan gracias a los avances de la tecnología, la educación está estancada a tenor de las percepciones recogidas en el estudio. El 75% de la comunidad educativa está insatisfecha con la situación de la enseñanza en sus respectivos países. En el caso de América Latina, las cifras son todavía menos alentadoras: sólo un 11% se muestra conforme con el estado de la educación en sus correspondientes estados. 

A nivel mundial, sólo el 33% considera que la educación ha mejorado con respecto a la década pasada (en Latinoamérica, un 41%), y un escaso 12% cree que su sistema educativo es innovador. Los expertos hablan de que la falta de innovación a este respecto incide directamente en una disminución de la calidad. 

El panorama no es mucho más alentador si se pone el foco en los niveles de primaria y secundaria. Se habla de la necesidad de consolidar planes de estudio más rigurosos y de mejorar las pruebas estandarizadas para evaluar a los estudiantes. También de contar con profesores más cualificados, el gran desafío a nivel mundial según el 60% de las personas. Estos factores son la razón por la que los alumnos tampoco salen bien preparados de las escuelas. Así lo cree el 77%.

La tecnología ayuda, pero no soluciona todo

A la hora de mejorar la calidad de la educación, es preferible invertir recursos en contratar y retener a los mejores profesores que en dotar de tecnología las escuelas, una opinión que comparte el 78% de la comunidad educativa internacional. Para ellos, la tecnología debe complementar y apoyar la enseñanza, pero no reemplazar la figura de un maestro. 

Para Sarah Brown, presidenta de la Coalición Empresarial Global para la Educación con sede en Nueva York, la prioridad número uno es hacer que la labor de maestro tenga el reconocimiento que merece. “Hay que reflexionar sobre cómo concebimos la enseñanza para que sea una profesión más prestigiosa que atraiga a los mejores y más brillantes docentes. Tenemos que invertir en ellos para que tengan la mejor formación y desarrollo profesional. Después habrá que centrarse en cambiar los planes de estudio”, indicó.