lunes, 25 de enero de 2016

No confunda las pataletas con bipolaridad infantil

El término de bipolaridad infantil parece asustarles a los padres, quienes normalmente confunden los episodios de extrema euforia o tristeza con pataletas o mala educación. Lo cierto es que esta enfermedad no es exclusiva de jóvenes ni de adultos. Ahora es común que se diagnostique desde los 12 años, cuando la conducta del niño se torna variable y con cambios radicales en su estado de ánimo.
El psquiatra Boris Birmaher, docente de la Universidad de Pittsburgh, de Estados Unidos, aseguró durante el último LIV Congreso Colombiano de Psquiatría, que esta condición puede presentarse incluso a edades más tempranas, pero su dictamen se ha confundido o enmascarado con ansiedad, depresión y Trastorno de Déficit de Atención (TDAH). No obstante, un niño con TDAH que tenga un familiar con trastorno bipolar tiene más posibilidad de desarrollar bipolaridad.
"El niño bipolar suele mostrar dos facetas recurrentes. Una es la manía, cuando se muestra impulsivo, activo y con exceso de autoestima. La segunda es la etapa depresiva en la cual se vuelven irritables, se llenan de rabia y agreden a sus padres diciendo groserías. El trastorno no afecta a todos los niños de la misma manera. La frecuencia, intensidad y duración de los síntomas y la respuesta del niño al tratamiento varían dramáticamente", asegura.
El especialista añade que debido a que los menores suelen tener problemas para expresar lo que realmente les pasa o sienten, el trabajo interdisiciplinar de los profesionales debe ser arduo para ofrecer un tratamiento oportuno y pertinente.
"En los estudios que hemos realizado encontramos que las familias donde hay padres bipolares, los hijos heredan la enfermedad, se estima que el riesgo de cada hijo asciende a entre un 15% y 30%. También identificamos que antes de los 18 años, el 52% de los pacientes tenían riesgo de ser bipolares, entonces es una condición que requiere seguimiento como la diabetes y la hipertensión parta controlarla", sostiene.
Señales
El psquiatra Boris Birmaher, asegura que los síntomas del trastorno bipolar en niños y adolescentes tempranos pueden confundirse inicialmente con emociones o comportamientos normales. Sin embargo, a diferencia de los cambios de humor repentinos, en esta condición se deteriora considerablemente la capacidad funcional en el colegio y las relaciones con los compañeros y la familia. Muchos niños tienen discapacidades simultáneas y baja autoestima.
Componentes
Aunque la bipolaridad se considere un trastorno cerebral crónico, aún se desconocen los mecanismos concretos por los que se desarrolla a edad temprana. En esta condición se relacionan factores genéticos, biológicos y psicosociales, estos últimos definitivos en el diagnóstico.
Hoy en día se sabe que las situaciones de estrés adverso en la edad temprana, incluyendo abuso sexual o descuido en la niñez o falta de afecto, se relacionan con un aumento en la tasa de prevalencia de depresión.
¿Tiene cura?
Especialistas consultados durante el LIV Congreso de Psquiatría advierten que esta condición es tratable, pero no tiene cura. Se considera que la enfermedad puede pasar años en reaparecer, por eso es frecuente que inicie en la niñez y volver a manifestarse en la adultez. 
Tratamiento
Es muy importante que los niños y los adolescentes con trastorno bipolar sean tratados y aprendan a controlar los síntomas a medida que crecen. El trastorno bipolar no afecta a todos los niños de la misma manera.
El psiquiatra Boris Birmaher asegura que el tratamiento es multidisciplinar, es decir, la combinación con fármacos, psicoterapia y entrenamiento para padres.
"Los objetivos iniciales del tratamiento son aliviar el sufrimiento del niño y poner fin a los comportamientos más peligrosos. Esto se logra mediante la reducción de los síntomas más severos, como los pensamientos y acciones suicidas, agresión, comportamiento destructivo, psicosis y trastornos del sueño", explica el especialista.
En un primer momento una adecuada medicación prescrita por el correspondiente profesional de la salud resulta imprescindible para conseguir una estabilización de los síntomas. No obstante, resalta Birmaher, es complicado encontrar la combinación adecuada dada la riqueza de síntomas y enfermedades de base como ansiedad, depresión, trastornos de conducta, síntomas de irratibilidad, etc.
"Normalmente se utiliza un estabilizador del estado de ánimo como el litio, se añaden los antipsicóticos y anticonvulsionantes de nueva generación. Esta medicación debe ajustarse muy bien en niños dada la posibilidad de efectos secundarios no deseados", asevera.
¿Hay que medicarlos?
La psiquiatra Karina Gómez, señala algunos aspectos que hay que tener en cuenta antes de recetar al niño.
* La medicación sola, nunca es suficiente. El médico consultado deberá contar con un equipo de profesionales que oriente en el colegio, a la familia y que, además, escuche las necesidades del menor.
* La orientación psicológica a los padres y la psicoterapia es básica en todos los casos.
* Ayudas psicopedagógicas son vitales si el menor tiene problemas de aprendizaje.
* El complemento con medicación suave como los antihistamínicos puede ser necesario en algunos casos, de manera transitoria, para ayudar a tranquilizarlo y hasta tanto se avance con el tratamiento de las causas del problema.
* La actividad física y lúdica placentera, no competitiva ni agresiva, contribuyen de modo complementario a los tratamientos. Reafirman la autoestima del niño y facilitan una mejor regulación de la descarga de tipo impulsiva.
*Aprender a leer las señales de los niños es fundamental para dar el primer paso. Evite como padre de familia irritarse o agredir al niño por sus episodios maníaco depresivos.
En Caldas
Según un estudio que realizaron las Universidades de Antioquia y de Caldas se encontró que en Aranzazu, de doce mil habitantes, según el último censo, entre el 6% y 7% por ciento de la población padece trastorno biopolar afectivo. Son alrededor de 600 pacientes con esta condición.
Dentro de las causas se encontró que las familias de Aranzazu, Caldas, que padecían bipolaridad, se debe al nexo con los pobladores de Marinilla, Antioquia. El informe reveló que en el municipio antioqueño, 39 de las 49 familias identificadas con la condición poseían apellidos de los 15 más frecuentes de Aranzazu.
El dato
El Observatorio de Salud pública de la Dirección Territorial de Salud, señala que en el 2010 fueron los municipios con mayores tasas de Trastorno Bipolar Afectivo fueron: Manizales (391), Chinchiná (42), Pensilvania (37), Aguadas (36) y Pácora (24).