martes, 9 de febrero de 2016

Las normas que deben cumplir planteles educativos y transporte escolar

Los padres deben exigir que las personas que están a cargo de sus hijos cumplan con estas normas.

Los materiales de las aulas de un jardín infantil son diferentes a los de los niños más grandes. Se prefieren los elementos blandos.
Los materiales de las aulas de un jardín infantil son diferentes a los de los niños más grandes. Se prefieren los elementos blandos.

En esta época, muchos niños regresan a la rutina escolar, y muchas son las preocupaciones de los padres: los útiles escolares, los uniformes, las loncheras y, en un grado especial, la seguridad de sus hijos.
En este sentido, es importante conocer la normatividad que rige este aspecto y las condiciones que deben exigir los adultos.

Son varios los requisitos de seguridad que se deben cumplir para tener un establecimiento educativo, como el tamaño del predio y condiciones adecuadas; es decir, una zona que no se vea afectada por riesgos como deslizamientos, inundaciones, exceso de tráfico, zonas de tolerancia, cercanía con una línea de tren, entre otros, explica Carlos Benavides Suescún, arquitecto y especialista en temas de infraestructura escolar, vinculado al área de diseño de la Dirección de Construcción, de la Secretaría de Educación de Bogotá.
Según el nivel educativo, se exige un espacio adecuado para evitar hacinamiento. “Para un jardín nuevo se piden 1,7 m² de área para cada persona; en un colegio se pide un poco menos (entre 1,6 hasta 1,3 m² )”, dice el experto.
Por otro lado, Martha Lucía Valencia de la Roche, presidenta de la Asociación Nacional de Preescolar y Educación Inicial (Andep), indica que los estándares técnicos de seguridad deben estar enmarcados en protocolos no solo de la seguridad interna del establecimiento, sino en ambientes adecuados y seguros, salidas pedagógicas e ingreso de visitantes.
También existen indicaciones exactas de cómo se deben adecuar las aulas, los baños, las áreas recreativas, etc.
Ahora, la obligación del colegio es tener licencia de funcionamiento o reconocimiento de carácter oficial para poder ofrecer un determinado servicio educativo, como lo indica el artículo 138 de la Ley 115, de 1994. Las certificaciones de calidad para los colegios no son de carácter obligatorio, sino optativo, y constituyen un reconocimiento oficial a la calidad del servicio, indica la Secretaría de Educación de Bogotá.
Personal y ruta escolar
Los maestros deben ser licenciados en educación preescolar o educación inicial, en conformidad con el artículo 119 y 198 de la Ley 115 de 1994, y el artículo 18 de Decreto 2247 de 1997.
Al menos del 70 por ciento del personal debe ser licenciado y 30, técnico, indica Astrid Cáceres, exsubdirectora para Infancia de la Secretaría de Integración Social de Bogotá, quien añade que “el 60 por ciento del personal debe estar formado en prevención de abuso sexual y una maestra de cada 50 debe saber primeros auxilios”.
Por su parte, la ruta escolar debe cumplir el Decreto 348 del 2015, que reglamenta el Servicio Público de Transporte Terrestre Automotor Especial. Las normas establecen el tiempo de vida del vehículo, el cual no debe sobrepasar los 8 años de antigüedad, dice Darwin Hincapié, coordinador académico de prevención vial del Centro de Experimentación, Investigación y Seguridad Vial (Cesvi Colombia).
También, cada pasajero debe ocupar un puesto, según la capacidad del medio de transporte; este, por su parte, debe tener franjas alternas, amarillas y negras (de diez centímetros de ancho), con inclinación de 45 grados, y la palabra ‘Escolar’ en la parte superior delantera y trasera.
Otras condiciones mínimas del vehículo son: licencia de tránsito del automotor, certificado de revisión técnico-mecánica, de gases, Soat, pólizas de responsabilidad civil contractual y extracontractual, permiso de transporte escolar, contrato de prestación del servicio, sistema de comunicación bidireccional con el contratante del servicio.
El conductor debe ir acompañado de una monitora, durante el trayecto y, según la reciente norma, prepararse en primeros auxilios, tener manejo de relaciones humanas y pedagogía infantil.

Siempre, los padres deben consultar y conocer las características de las instalaciones del jardín o el colegio, los maestros y el transporte de su hijo. Es útil para denunciar anomalías y tomar medidas a tiempo.
Zonas comunes
Las salacunas no se deben ubicar en un tercer piso. Los más pequeños siempre deben estar cerca de la puerta de salida, de evacuación, donde el tránsito sea fácil.
Para preescolar, se exige más o menos un aparato sanitario (orinal y lavamanos), por cada 15 niños. En el área de maternos y caminadores debe haber un acceso directo e inmediato al área de control de esfínteres y lavacolas.
El comedor debe tener un mobiliario acorde con los pequeños.

Las cocinas deben contar con medidas de seguridad y salubridad para el manejo de alimentos; no se debe cocinar con combustibles líquidos.
En la áreas recreativas, los juegos deben estar diseñados en materiales que eviten accidentes.
Si se atienden niños menores de 2 años se debe tener una área de lactancia.
En cuanto a los elementos…
En las escaleras o rampas se usan pasamanos a la altura de los pequeños, y deben tener un anclaje o fijación al piso.
El pasamanos debe estar ubicado entre 0,45 y 0,60 metros de altura a partir del piso acabado.
Las barandas deben tener terminado en mampostería a una altura mínima de 1,20 m. a partir del piso acabado.
En el acceso a las escaleras, debe haber una puerta a media altura que evite el paso directo de los niños, y su mecanismo de apertura y cierre debe ser operado por un adulto.
Las puertas, en lo posible, deben abrir hacia afuera. Son útiles, por ejemplo, si hay necesidad de evacuación.
Las tomas eléctricas deben estar a una altura de 1,50 m, desde el piso.
Las ventanas deben estar cubiertas con películas transparentes, las lámparas deben estar protegidas; y es vital eliminar las repisas altas con elementos pesados.
Los elementos necesarios para emergencias son extintores, mangueras, duchas lavaojos (en laboratorios), señalización clara para evacuación y puntos de encuentro.
En el jardín, se prefieren pisos blandos, de cauchos, tapetes, espuma o, incluso, madera.
Se debe manejar el tema de inclusión, como accesibilidad a diferentes áreas, con rampas, ascensores o salvaescaleras.
Contar con un plan de emergencias, un directorio de emergencias y un concepto técnico de la Unidad Administrativa del Cuerpo de Bomberos.