miércoles, 2 de marzo de 2016

Indignación por abuso de profesor a su alumno

Padre de niño abusado pide que agresor no quede libre. Analizan 133 casos que implican a docentes.

Durante el 2014 y el 2015 hubo 1.102 y 1.603 casos de acoso sexual, respectivamente. De ellos, 133 involucran a docentes de colegio.
Durante el 2014 y el 2015 hubo 1.102 y 1.603 casos de acoso sexual, respectivamente. De ellos, 133 involucran a docentes de colegio.
“Estaban eligiendo a los representantes de cada salón para las elecciones estudiantiles cuando ese tipo le dijo a mi hijo que le iba a obsequiar una pantaloneta para que practicara educación física, pero que mejor se la midiera en otro lado para que los demás compañeros no se dieran cuenta”, dijo Gonzalo*, el padre de un niño de 13 años abusado por su profesor en un colegio público de Bogotá.
Con esa excusa llevó al joven a un baño de la institución y lo ultrajó. Hoy, la vida de esta familia está destrozada por ello y toda una comunidad académica, consternada.

Todo ocurrió el viernes 19 de febrero de 2016 a eso de las 8:30 de la mañana, cuando el estudiante de octavo grado y su profesor se encontraban en las instalaciones de su colegio, ubicado en el sur de Bogotá.
Según la versión del niño, el docente lo condujo hacia el baño y allí lo encerró. “Lo obligó a hacer de todo y finalmente lo violó. Hoy mi hijo tiene miedo, no quiere salir a la calle y mucho menos volver al colegio”, contó Gonzalo.
Pronto la puerta cerrada generó sospechas de una guarda de seguridad. “Fue ella quien golpeó en repetidas ocasiones. Después vio que el docente salía todo nervioso y que el niño estaba llorando desconsolado”, agregó el padre de familia, consternado.
La víctima solo pudo escapar hacia el patio, donde decidió contarles lo sucedido a algunos de sus compañeros. “Ellos le avisaron inmediatamente al rector y desde su oficina llamaron a la Policía Nacional y contactaron a los padres de familia”, contó Gonzalo.
Pasó poco tiempo para que la policía del cuadrante nueve, correspondiente al CAI Claret, capturara al presunto agresor.
También acudió una ambulancia de la Secretaría de Salud que trasladó rápidamente al niño a la clínica San Rafael, donde lo atendieron.
“Allá está siendo valorado por el cuerpo médico. No hemos tenido tiempo de nada desde ese día. Nos turnamos para no dejar a mi hijito solito. La familia está unida, pero conmocionada. Uno lleva a sus hijos a estudiar para que estén seguros y mire lo que pasó. ¿Qué les pudo haber pasado a otros niños si este profesor llevaba diez años trabajando en el colegio?”, manifestó Gonzalo, el padre, quien además aseguró que el docente no era de sociales sino quien estaba a cargo de todas las actividades del programa 40 × 40, con el que se les extiende la jornada a los estudiantes.
En cuanto al victimario, se supo que el subintendente Efraín Calderón Contreras y el patrullero Luis Ayala González fueron quienes trasladaron al presunto victimario a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía Molinos, para ser puesto a disposición de las autoridades competentes.
Hoy, la familia de niño pide que no se dejen vencer los términos y que se haga justicia. Por ahora, a Gonzalo le informaron que el hombre implicado está detenido en la cárcel Modelo de Bogotá.
Cifras alarmantes
Desde hace dos años, los casos de abuso a menores en el interior de instituciones educativas han prendido las alarmas porque la Secretaría de Educación, a través del sistema de alertas RIO, puesto en marcha por la administración anterior, hizo más fácil canalizar las denuncias de las instituciones educativas.
Así fue como se pudo establecer que durante el 2014 y el 2015 hubo 1.102 casos y 1.603, respectivamente, de posible abuso sexual, que puede ir desde una insinuación hasta acceso carnal violento, reportado desde las instituciones educativas públicas de Bogotá. Estos casos sucedieron en su gran mayoría en el hogar, luego en el entorno escolar y, por último, en el colegio.
Lo más grave es que del total reportado, 53 (2014) y 80 (2015) fueron ejercidos por algún servidor de la red de educación pública, es decir, por profesores o directivos de las instituciones, dato que desde el año pasado comenzó a movilizar a las entidad con más y mejores sistemas de atención a las víctimas.
EL TIEMPO ha denunciado varios de estos casos. En el 2014, Paola González, madre de un niño de ocho años, se enteró de una presunta violación de su hijo en medio de una reunión del colegio, ubicado en la localidad de Kennedy. “Estábamos con la directora de curso cuando me dijo que un joven de bachillerato lo venía abusando desde hace varios meses en el baño del colegio”.
Semejante denuncia causó conmoción en el plantel. Esta mujer tuvo que presenciar todos los exámenes que demostraran que lo narrado por la presunta víctima era verdad.
“Le creí a mi niño, por supuesto, pero mientras salen todos los exámenes no puedo acusar a nadie de manera formal”, contó la mujer. Según su versión, los abusos venían de tiempo atrás, y otros alumnos también podrían haber sido víctimas del mismo acosador.
El 11 de abril de ese mismo año, un juez envió a la cárcel a un profesor de un colegio del sur de Bogotá acusado de abusar sexualmente de una estudiante de 14 años que llevaba a cabo sus estudios en el mismo centro educativo.
Aunque nunca se reveló su nombre, las autoridades señalaron que este hombre abordaba a las adolescentes cuando participaban en actividades dentro del colegio.
Lo más grave es que no era la primera vez que el sujeto era denunciado por actos sexuales abusivos con menores de edad. Según la misma Fiscalía, ya tenía cinco denuncias por abuso sexual de menores entre los 10 y 14 años.
Lo cierto es que ahora quien sea víctima y quiera denunciar lo puede hacer a través del sistema RIO y de forma anónima.

Secretaría de Educación destituyó al docente
Por casos como estos, la Secretaría de Educación (SED), en el marco de su estrategia de Respuesta Integral de Orientación Escolar (RIO), implementó el sistema de alertas tempranas, una herramienta tecnológica que permite a los colegios públicos de Bogotá reportar casos de abuso sexual.
Se busca, primero, identificar a la víctima y luego se da inicio a todo un trabajo de orientación escolar a cargo de 26 profesionales distribuidos en nueve unidades, cuya tarea es brindar el respectivo acompañamiento.
Respecto al caso en cuestión, la SED rechazó tajantemente el hecho, destituyó al funcionario y aseguró que el equipo de profesionales de la estrategia RIO realizó un proceso de contención en crisis a la familia de la presunta víctima.
También se realizará acompañamiento psicosocial al estudiante, mientras que la institución realizará seguimiento a la situación para determinar posibles factores de riesgo.