miércoles, 4 de mayo de 2016

Los universitarios gastan mucho en rumba y son cortoplacistas en su ahorro

Un estudio de tres universidades sugiere que la educación financiera no empieza a tiempo y los estudiantes no saben manejar sus recursos.
Universitarios
La investigación explica que los estudiantes llegan con grandes vacíos a las universidades, arrastrando la educación financiera que les enseñan en casa.

En Colombia, los jóvenes no saben cómo manejar una tarjeta de crédito, creen que todos los productos que ofrece un banco son caros y el fondo de emergencias – los pocos que lo tienen – les sirve para sobrevivir máximo dos semanas. Estas son algunas de las conclusiones de una investigación sobre cómo manejan su dinero los universitarios en el país, realizada por tres docentes de las universidades Javeriana, Nacional y Externado.

Según los profesores, el estudio evidenció que hay un gran desconocimiento del tema dentro de esta población, en especial en lo que atañe a productos financieros. Por ejemplo, de 675 evaluados, solo 19 % supo identificar cuál era la tasa de interés que más le convenía adquirir.

La investigación explica que los estudiantes llegan con grandes vacíos a las universidades, arrastrando la educación financiera que les enseñan en casa.

“Lo preocupante es que la plata es el último tema del que se habla en el hogar y, en cambio, sí es el primer motivo de divorcios entre parejas”, explicó Juan Camilo González, profesor del Externado.

Aunque en una calificación sobre 10, el promedio de los evaluados fue de 6,22, los docentes explican que en temas de endeudamiento y ahorro les va bien –factores que los ‘salvaron’ en la puntuación final- pues sus condiciones económicas no les permiten grandes deudas y consiguen con facilidad el monto que desean para cubrir ciertas necesidades y caprichos.

Respecto a cómo manejan su dinero, el estudio vislumbró que se dejan llevar por emociones a la hora de gastar, son cortoplacistas cuando se trata de ahorrar, gastan el 23 % de sus ingresos en alimentos, el 20 % en transporte y el 19 % en ocio, y cada vez que avanzan durante la carrera aumentan el rubro para entretenimiento y disminuyen el destinado a comer. Los docentes presupuestan que el ingreso promedio de estos jóvenes oscila entre los $675.000 y los $763.263 mensuales.

De hecho, la investigación también apunta que el tiempo de permanencia en la universidad es proporcional a una mejoría notable en finanzas personales, como también a si el estudiante trabaja, vive solo o es hombre. “Ellos tienen capacidades financieras significativamente superiores a ellas”, explicó Olga Manrique, profesora de la Universidad Nacional. Sin embargo, Manrique también anotó que otra de las conclusiones que arrojó el estudio es que las mujeres ahorran más que los hombres.

‘TIPS’ PARA SER MÁS PILO CON EL DINERO

González tiene varias claves ‘bajo la manga’ que le podrían ser útiles a quienes están pasando por la ‘u’.

Uno de ellos es buscar información sobre finanzas personales. Pero el docente aclara que, en este proceso, hay que saberse informar. “Piérdale el miedo a entrar a un banco y preguntar, a conversar con sus padres sobre cómo manejan ellos su dinero. Incluso aprender de sus errores podría serle útil”, explica.

Otras de las dinámicas a las que invita el profesor es a intentar ‘independizarse’: trabajar – aunque no lo necesite – y pagar ciertas cuentas le brindará una experiencia muy valiosa frente a este tema.

También hay que hacer la tarea de establecer metas de corto y largo plazo, formular planes y programas para alcanzarlas, autorregular lo que tenga que realizar en cada uno de ellos y ejecutar eficientemente: “ahora, como nunca, tienes tiempo para aprender a hacerlo”, enfatiza el docente.

Respecto al ahorro, González asegura que éste es el momento. “Hay que acumular dinero todo lo que se pueda. No es el momento de invertir ni incursionar en procesos más complejos para generar ingresos”, explica el profesor.

Pero, lo mejor que puede hacer un ‘primíparo’ es desprenderse de todos los prejuicios y estar dispuesto a aprender.